tus pechos altivos,
tu vientre frutal y perfumado
y me hablas de tallas y de modas
de centímetros, de pesos y medidas
cuando yo no puedo quitar mis ojos de tus muslos,
de tus nalgas rotundas,
de tu cintura grávida,
de tus hombros a besos cincelados.
Me encandilas con tu belleza impía
y pretendes que escuche tus lamentos
que secunde tu eterna letanía
pero yo sólo veo en ti una diosa,
una vestal de amor, una valkiria
y mis manos amasan tus caderas
y mis dedos descubren tus secretas delicias
mientras callo tu boca con mis labios
y mi piel y tu piel tejen sus rimas.
Cuando mi lengua recorre tus recodos
y libo las delicias de tu axila,
cuando bebo el licor de tus racimos
y la pasión cabalga sin bocado ni bridas,
cuando tu cuerpo y mi cuerpo prenden fuego
y se unen en una sola llama
¡Qué me puede importar la pasarela
una cifra, un botón o una etiqueta¡
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